top of page

Artículo / El COVID19 y la vivienda

Autor / Jesús Marino Pascual

La crisis generada por la pandemia de Coronavirus nos ha traído también un interesante debate arquitectónico: la necesidad de evaluar si el diseño de las viviendas deben contemplar estancias al aire libre, como parte de su programa. Si, en el siglo XXI en el que nos encontramos, debemos dar un paso más en el concepto de habitabilidad, si las viviendas deben contar en su programa con una estancia al aire libre.

 

No sé si se trata de un lujo ante tanta precariedad, pero sería muy deseable instrumentar tal exigencia puesto que nadie duda de lo saludable que es la vivencia al aire libre, y solo, impuesto por una normativa de obligado cumplimiento, sería efectiva.

 

Sin embargo mi querido y admirado José Garrido; para todos Pepe Garrido hacía un artículo con rechazo a esta idea, por lo innecesario de terrazas y balcones, el fracaso de los mismos y la adulteración de su uso al convertirlos en trasteros.

 

Para apoyar su argumento, no solo hacía referencia a la descripción de balcón y balconera del vocabulario de I. Paricio para culminar con el muro continuo y trasparente de vidrio, sino que además nos remitía a los mejores ejemplos de la arquitectura residencial del siglo XX (La Robie de F.LI. Wright, La Ville Saboye de Le Corbusier, Villa Mairea de A. Aalto o la Farnsworth de Mies). Ejemplos del salto a la modernidad, en la que el concepto de habitabilidad (salubridad, ventilación y asoleamiento) es un tema fundamental del debate y ética arquitectónica, tras el gran crecimiento de las ciudades como consecuencia de la revolución y el gran desarrollo industrial de la segunda mitad del siglo XIX.

Pero fijémonos que los ejemplos en los que se apoya mi respetado y gran amigo Pepe Garrido, son todos ellos de hermosas viviendas, no solo por su brillantez arquitectónica, sino también, en su mayoría, por su tamaño y el medio excepcional, en el que se encuentran: grandes espacios libres privados. Pues aun así, teniendo todas ellas un entorno propio generoso, todas ellas disfrutan de unas, también, hermosas terrazas inmediatas al resto de las estancias.

¡La cuestión de la que hablamos, es la habitabilidad y de su mejora!

 

Por qué fracasan estos balcones o terrazas a los que hace referencia Pepe Garrido? Sin duda, por sus malas condiciones de habitabilidad.

 

Hablamos de habitabilidad, el concepto esencial de la vivienda, más allá de su construcción, de su conformación material. Y en este caso concreto del posible crecimiento o mejora de la habitabilidad de la vivienda, con un espacio exterior habitable. Aspecto que, para la vivienda de hoy, es una lógica aspiración. Se trata de un espacio exterior estancial y apto para estos usos; lo demás son espacios residuales que inducen a la adulteración de la propuesta proyectual, a la devaluación del conjunto edificado, afectando a toda la comunidad y vecindario y, en último caso, a la imagen de la ciudad.

 

Insisto, se trata de habitabilidad, y de la habitabilidad concreta de este espacio exterior, con la virtud de ser muy saludable por posibilitar el respirar aire exterior, ricamente ionizado. Pero su habitabilidad está sometida también a otras condiciones que hacen que esta estancia al aire libre sea un éxito o un fracaso. Para ello, mi experiencia me dice que son cinco los parámetros fundamentales a contemplar. Y que algunos Planes Generales, como por ejemplo el de Logroño, en su Normativa Urbanística han sabido recoger.

 

- Su superficie ligada al uso pretendido > 6 m2 y 2,00 ml. de profundidad mínima

- Buena orientación solar (receptora del sol)

- Orientación protegida de los vientos dominantes

- Visualización del paisaje exterior (urbano o no)

- Definición de perímetro protector de la intimidad

 

Logroño, 15 de Abril de 2020

Fdo.: J. Marino PASCUAL

bottom of page